Por fin puedo decir que la dichosa osteocondritis es cosa del pasado. Gracias al Sport-bike, correr de momento lo tengo prohibido, he recuperado las ganas de practicar deporte. Los monitores de la casa del agua de A Coruña lo han conseguido y para mi se merecen la mayor de las felicitaciones.
No puedo olvidarme del traumatólogo el Dr. Sampedro, del Policlínico Santa Teresa, sin el cual todavía estaría cojo. Para él también mi más sincera gratitud.
A todos aquellos que sufren de está molestia decirles que se puede solucionar con el tratamiento adecuado.
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